En la mañana de este viernes se conoció que durante la madrugada se realizaron entre 3 y 5 llamados extorsivos a familias camilenses. La modalidad de la extorsión fué con el conocido llamado de «secuestro de un familiar», con el cual inducen a la familia a un estado de shock y desesperación en plena madrugada, por eso utilizan este horario para el llamado.
Por suerte, a través de fuentes locales, se confirma que no se habrían concretado estafas, pero se alerta a la población ante la posible repetición de estos casos.
El secuestro virtual es una forma de secuestro extorsivo. Se inicia con la llamada de un delincuente a una víctima elegida al azar para informar sobre el supuesto secuestro de un familiar y exigiendo el pago de un rescate bajo amenaza de matar al rehén si alguien llama a la Policía.
Operatoria: los delincuentes consiguen un paquete de celulares y una buena cantidad de chips (generalmente clonados) para efectuar las llamadas. Estos chips van siendo intercambiados entre los aparatos, lo que dificulta que las llamadas sean rastreadas.
El hombre que hace las llamadas está en constante movimiento para no ser detectado por la Policía. Cuando la extorsión se comete desde la cárcel, la comunicación se efectúa de teléfonos públicos ubicados en los pabellones.
La técnica: «Hola, le llamo desde una empresa de emergencias médicas. Tenemos a un familiar suyo herido en un accidente. Está inconsciente. ¿Sabe quién puede ser?», son las palabras que pronuncia el delincuente. La víctima no tarda en dar un nombre, que será usado para sacar provecho. Por lo general llaman en horarios de la mañana y la tarde, que es cuando algún integrante siempre falta: si es adulto, porque está trabajando; si es menor, está estudiando. Hubo casos de llamadas los fines de semana a la noche cuando los jóvenes suelen estar fuera de casa en boliches o fiestas.
El «apriete»: los delincuentes exigen que el pago de dinero se realice en pocas horas e insisten a las víctimas que no digan nada a la Policía.
El pago: se realiza en un sitio «neutral»: un bar, una esquina, un descampado, etc.
Consejos:
• No brinde ningún dato o información a la persona que lo está llamando, de ningún tema y menos sobre familiares que estuvieran ausentes en ese momento. Pida un teléfono de contacto de la presunta empresa desde la cual le están llamando para poder chequear la información.
• Esté atento ya que, generalmente, estas personas se hacen pasar por policías, inspectores municipales o médicos.
• Si el llamado procede desde un teléfono público ubicado en la cárcel, esta circunstancia le será informada por un mensaje automático previo. Rechace la comunicación si no tiene personas conocidas alojadas en establecimientos penitenciarios.
• No llene cupones con datos telefónicos a desconocidos: ya sea en comercios, cines, boliches o en la calle.
• No agendar en los celulares números con la palabra «mami» o «papi». Ponga nombres y evitará problemas en caso de que extravíe o le roben el celular.
Si recibe un llamado extorsivo:
• Corte la llamada: tenga presente que en caso de accidentes la Policía informa personalmente.
• Mantenga la calma y comuníquese rápidamente al 101 (emergencia policial) dando cuenta de los pormenores del hecho. Personal policial le puede ofrecer asesoramiento y contención adecuada.
• Contáctese con el familiar que no está en la casa y que supuestamente está «secuestrado».
• Formule la denuncia en la unidad judicial de su zona o bien en la Unidad Judicial Delitos Económicos ubicada en el primer piso del edificio Central de Policía ubicado en la avenida Colón 1250, Córdoba Capital. Conmutador (0351) 428-7000. La extorsión es un delito. Su deber como ciudadano es denunciarlo.