El organismo quiere saber cuál es el remanente sin vender para que se liquide y obtener así más divisas.
En su afán de frenar la escalada del dólar informal e inyectar dólares en el mercado a través del cobro de retenciones, la AFIP lanzó un operativo por los campos y facopios para cuantificar el remanente de soja de la cosecha pasada y alentar la venta de la oleaginosa.
En nuestra localidad desde el miércoles los inspectores van casa por casa de productores para concretar el objetivo previsto, aunque algunos esperan otro tipo de inspección y no los atienden.
Lo que se pudo confirmar es que varios productores han recibido inspectores del organismo en sus oficinas u hogares, donde les solicitan información contable. También han visitado campos y acopios en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe para verificar los silos y revisar la cantidad de soja disponible.
«Estamos trabajando, es todo lo que le puedo decir por el momento. Es común que la AFIP haga operativos; los hace todo el tiempo y son de todo tipo», dijo una funcionaria del organismo al ser consultada.
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Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una organización que representa a más de 100.000 productores agropecuarios de todo el país, dijo al respecto que sus dirigentes están en proceso de evaluación. «Una vez que tengamos registros e identifiquemos los casos, estudiaremos los pasos a seguir», comunicaron en esa entidad.
«Sabemos que la AFIP busca conocer los saldos de soja de la cosecha pasada que todavía no se ha vendido. Están cotejando lo registrado en la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (Ucesci) y las existencias en los silos. A partir de ahí pueden hacer estimaciones de lo que se podría llegar a vender», dijo una fuente del sector acopiador. «Claramente, quieren presionar a los productores para que vendan y así hacerse de dólares a través del cobro de las retenciones. Buscan frenar la escalada del dólar paralelo, que se ha descontrolado en este último tiempo», agregó el empresario.
Según Juan Rey-Kelly, analista de CRA, actualmente hay 4,1 millones de toneladas de soja en acopios, cooperativas, productores, industria y exportadores. «En los próximos dos meses, si los precios son favorables, se estiman ventas de soja por 2,5 millones de toneladas. Quedará entonces un stock final de 1,6 millones de toneladas, que se sumaría a la nueva cosecha que comienza en abril de este año», especificó Rey-Kelly.
Al ser consultado por LA NACION, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, estuvo en desacuerdo con el objetivo de las inspecciones y arremetió contra la cruzada de la AFIP: «Venimos de años muy malos de sequías e inundaciones y una creciente inflación. El sector está muy golpeado. Vemos con gran preocupación que el Gobierno se gaste a cuenta una cosecha que todavía no se cuantifica. No pueden obligar a los productores a vender por medio de aprietes y actos intimidatorios. El momento de vender lo decide el productor. Es él quien tiene el mejor criterio para visualizar las condiciones adecuadas del mercado y el precio. El que sabe cuáles son las necesidades y los compromisos que tiene que cumplir. No nos vamos a dejar amedrentar», declaró.
El funcionario explicó que en un contexto inflacionario como el actual los productores buscan mantener un remanente de cosecha como reserva de valor. «Se estima una inflación de entre 25 y 30 por ciento para este año. Es prudente que los productores dejen una reserva para cubrir mayores costos de producción», agregó.
Por otro lado ruralistas de la FAA denunciaron «aprietes» de la AFIP para que vendan la soja
Los miembros del Comité de Acción Gremial de la FAA afirmaron en un comunicado que «en las últimas horas, los productores recibieron la visita de inspectores que vienen supuestamente a hacer un relevamiento inocente; sin embargo, sabemos qué hay detrás de todo esto: el afán recaudatorio a costa de la expoliación de un solo sector».
Al respecto, el vicepresidente 1 de la entidad, Julio Currás, señaló que «hoy muchísimos productores nos informaron de la avanzada de la AFIP, en un movimiento persecutorio que sólo se entiende como parte del destrato de esta gestión al sector agropecuario».
«Cada productor puede y debe vender el fruto de su trabajo cuando quiera y le convenga, y no tener que soportar la presión de (el titular de la AFIP, Ricardo) Echegaray porque necesitan dólares», expresó.
El Comité de la FAA argumentó que «si hoy el productor vende su soja le pagan con un dólar a tres pesos y monedas, mientras que para comprar los insumos que necesita para seguir trabajando precisa dólares billete a ocho pesos». «Por eso se deja parte de la producción en reserva», justificó.
Además, alegó que «todavía hay cereal en muchos campos porque los productores no han podido sacarlo por falta de caminos, o por estar en zonas próximas a áreas inundadas, mientras que siguen sin obtener ningún tipo de ayuda del gobierno nacional ni provinciales».
«Como es habitual en el kirchnerismo, se ve al sector agropecuario como ‘salvavidas’ cuando se le complica la caja, cosa que les preocupa en un año electoral; al tiempo que siguen dándole la espalda sistemáticamente a todos nuestros reclamos y pedidos», cuestionó.