Arias: CADA MILIMETRO UN DESASTRE

LogoLos pocos milímetros que cayeron en los últimos días agravaron la situación hídrica en los departamentos Marcos Juárez, Roque Sáenz Peña y General Roca al sureste.

El elevamiento de napas, la poca radiación solar, alguna lluvia y la saturación que padecen los suelos hacen que la firmeza de los terrenos haya desaparecido.

Matías Gvozdenovich, el intendente municipal de Arias, informó que la situación «se encuentra igual o peor» que unos meses antes.

«Desde Arias hacia Cavanagh, Guatimozín e Isla Verde, la cuenca de La Blanqueada ejerce una presión inmensa y eso provoca caminos cortados, pueblos amenazados y la falta de firmeza impide el ingreso de maquinarias tanto para sembrar como para sacar algunas cosechas que están embolsadas en sectores más altos».

La preocupación del intendente de Arias radica en que la mayoría de los establecimientos de campo contiguos a su localidad acumulan grandes masas hídricas, las superficies de laboreo se reducen y hay productores que tienen un campo de 300 hectáreas para sembrar -si pueden hacerlo- y la superficie de trabajo se reduce a menos de la mitad.

«Hace pocos días tuvimos una lluvia de escasa magnitud, alrededor de 20 milímetros, pero fue suficiente para que nos agrave la situación por el elevamiento freático. Las napas están muy elevadas, impiden trabajar, restan firmeza a los suelos. Destruyen caminos, no se pueden sacar las producciones del campo tales como granos cosechados, y en algunas zonas los pocos tamberos que quedan deben hacer milagros para pasar por los caminos, en su mayoría en pésimo estado de transitabilidad”, detalló Gvozdenovich.

En Isla Verde la situación también es crítica tanto en la zona urbana como rural. A mediados de esta semana, un productor decidió levantar lo poco que le quedaba de cosecha, pero las maquinarias quedaron virtualmente enterradas en el lodo de los lotes debido a que la napa está a nivel de la superficie.


Por Buchardo

También productores de la zona manifiestan su preocupación ante la existencia de inmensas superficies de campo que se encuentran bajo las aguas.

Alberto Rodríguez, quien posee una propiedad muy cerca del pueblo, hacia el suroeste de Buchardo, intentaba llegar a su establecimiento con alimento para los animales. “No hay pasto, hay que preparar las raciones porque si no las vacas se mueren. Ese es el panorama en general”, sintetizó.

Al tiempo que sostuvo que sigue ingresando una gran masa hídrica proveniente de tierras altas. Con el objetivo de tener un registro sobre el comportamiento del agua, se instaló una medida sobre ruta 26 que marca que la altura del agua en la zona llega a los 49 centímetros.

“Un camión se enterró en la ruta 26 en la noche del miércoles. Hubo que esperar para poder sacarlo y la ruta estuvo cortada toda la noche. No hay otros atajos para pasar porque los caminos están inundados totalmente», expresaron los productores.

Otro productor del sector dijo que la situación, lejos de mejorar, empeora día a día y por el momento no se dan soluciones para descomprimir la presión del agua.

Y el impacto en la economía de pueblos como Buchardo se comienza a sentir, a punto tal que algunas familias deciden migrar a otras ciudades.

«Ha llovido poco pero siguen los problemas. Les puedo asegurar que estamos igual o peor que hace un mes atrás», precisaron.

Igual situación se observa al sur de Laboulaye, donde hay miles de hectáreas bajo agua y familias aisladas por la falta de caminos.

Postergación

En tanto, la reunión que con diputados nacionales se iba a realizar ayer en Laboulaye para abordar la problemática hídrica debió ser postergada ya que por la neblina se suspendieron los vuelos desde Buenos Aires a Río Cuarto.







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