Uno de los delincuentes es de Corral de Bustos.
LaCapital:Llevaba dos días atado y sin alimentarse en la cucheta de su camión mientras quienes lo habían asaltado y lastimado seguían intentando vender la carga de soja que transportaba. Hasta que asomó un instante en el cual observó a sus captores distraídos, logró zafarse las ataduras de los pies y tomó la decisión: se bajó del rodado y echó a correr por un camino rural. Habrá recorrido unos 600 metros, con los ladrones tras sus pasos, cuando llegó hasta una casa y comenzó a pedir auxilio desesperado. La fortuita llegada de unos policías de la subcomisaría 3ª de Alvarez que recorrían los campos buscando a otro hombre que está desaparecido confirmó su liberación. Y al tiempo que terminaba su calvario, el fugaz paso de su camión por ese sitio culminó, persecución policial mediante, con la detención de uno de los delincuentes que lo había mantenido secuestrado.
La odisea de Claudio Alasia, un camionero de 39 años oriundo de General Villegas, comenzó el lunes cuando salió de esa ciudad del norte bonaerense con destino a Timbúes para entregar una carga de soja. Sin embargo, según relató luego a la policía, esa misma tarde interrumpió su marcha a raíz de un problema en el alternador de su Mercedes Benz L911. Eran cerca de las 17.
«Se detuvo en el cruce de las rutas A-012 y 33 y se bajó para abrir el capó, intentar reparar el problema y seguir viaje. En eso estaba cuando lo sorprendieron dos hombres. Uno le puso un cuchillo en la garganta y el otro se encargó de atarlo con sogas, trapos y pañuelos. No sabe si lo habrían estado siguiendo», refirió el jefe de subcomisaría 3ª, Rodrigo Domínguez, y agregó que Alasia fue maniatada antes de ser obligado a subir nuevamente a su camión.
«Lo ubicaron de rodillas en el piso del habitáculo, donde se sientan los acompañantes. Le pegaron y luego de hacer arrancar el camión emprendieron la marcha», contó el portavoz consultado, y agregó que después Alasia fue pasado al compartimento donde está la cucheta.
Sin comer ni beber. Según contó a los policías que lo hallaron, Alasia estuvo dos días atado en la cucheta sin ingerir bebida ni comida alguna. En tanto, los captores recorrían los puertos del Gran Rosario con la intención de vender el cargamento. «En un momento parece que pasaron por una cerealera importante de San Lorenzo, pero no pudieron vender la soja. Al menos una parte, porque el camión tenía un acoplado cargado que aún no apareció y no se descarta que hayan logrado colocar parte de la carga», evaluó Domínguez.
Lo cierto es que el miércoles, entre las 19 y a las 20, los delincuentes estacionaron el Mercedes Benz junto a un campo, sobre la ruta de tierra 20-S que comunica las localidades de Alvarez y Acebal. Al parecer, esperaban un llamado sobre la probable venta del cereal. «Uno de ellos se había bajado del camión. Entonces Alasia los vio distraído y decidió escapar. Zafó de las ataduras de uno de los pies, abrió la puerta y empezó a correr. Lo siguieron unos 600 metros hasta que él llegó hasta una casa rural y comenzó a pedir auxilio», relató Domínguez.
Según el titular de la subcomisaría 3ª, en esa casa viven dos personas jóvenes que no sabían cómo reaccionar ante la sorpresiva irrupción del chofer. Justo en ese momento llegó la policía.
El personal de la seccional de Alvarez estaba recorriendo los campos y entrevistando a los vecinos de la zona rural en el marco de la búsqueda de Walter Serra, un muchacho rosarino desaparecido desde hace tres semanas, cuando se toparon con Alasia pidiendo ayuda. Según el vocero consultado, estaba «muy nervioso y lastimado, incluso con cortes en la garganta».
Atrapado. «Minutos después los policías vieron pasar a gran velocidad por el camino de tierra el camión robado al chofer. Así comenzó una persecución que culminó en el ingreso a Acebal», recordó Domínguez.
La policía detuvo a quien iba al volante del camión, cuya descripción coincidía con la aportada por la víctima sobre sus captores. Primero brindó una identidad falsa, se estableció que se llama Horacio C., tiene 42 años y está domiciliado en Corral de Bustos.
En su poder se incautaron los elementos empleados para maniatar al camionero, así como un cuchillo grande de artesano con mango de madera y hueso con el cual al parecer fue amenazado Alasia. «La víctima nunca vio armas de fuego, siempre lo amenazaban con degollarlo», explicó Domínguez.
Ayer Horacio C. seguía detenido a disposición del juez de Instrucción Nº 15 Alejandro Negroni, mientras que al cierre de esta edición había dos prófugos. Uno sería el otro ladrón y el otro el encargado de tratar de ubicar la soja robada. En principio, se les imputa robo calificado, privación ilegítima de la libertad y lesiones, en el marco de un hecho de piratería del asfalto.
Al cierre de esta edición, en tanto, la policía seguía buscando el acoplado del camión sustraído.
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